Tuve que pedirle que repitiera lo que había dicho, porque pensé que había entendido mal, morreo significa besarse ¿no? Lo dijo como la primera vez, como si estuviera preguntando si queríamos otra cerveza, “¿hacemos un concurso de morreos?” Hasta antes de su primera pregunta, estábamos hablando sobre el acoso que viven las mujeres racializadas en Barcelona, por la denuncia de una chica que había sido increpada por un hombre en el metro. El hombre, había descargado toda su frustración y rabia en ella, le gritaba que cómo era posible que a él la policía le pidiera que se moviera por ser pobre, mientras que ella siendo negra podía moverse libremente por esta ciudad, al cansarse de acosarla, se fue detrás de otra chica que vestía una burka.
No podía creer lo que había escuchado, ¿en serio propuso hacer un concurso de morreos? Probablemente, si tuviera 15 años y quisiera demostrarle algo a alguien, habría aceptado el juego, pero no es mi caso. Desde que le conocí me pareció una persona interesante, con un discurso bastante coherente, tengo que decir que cuando me dijo que no era monógamo durante nuestra primera conversación, me sorprendió, primero porque no se lo había preguntado y segundo porque no me interesaba saberlo. Pensé: bien por ti que lo tienes claro, ojalá las personas con las que te relacionas sexo-afectivamente lo tengan igual de claro. No le di mayor importancia al tema. Ya nos habíamos encontrado un par de veces de fiesta y la verdad, yo tenía muchas ganas de fumar, llevaba meses sin fumar y me apetecía cerrar la noche con unos buenos humos. Por lo que en ningún momento me imaginé, que esa noche alguien me propondría participar en ningún concurso, y menos uno de besarse, además de esa manera tan… es que no sé ni como clasificar esto.
Yo lo que quisiera saber, es si esto le ha funcionado alguna vez. Mi respuesta fue un contundente no, la propuesta, desde mi punto de vista, estaba completamente fuera de lugar y rompió la atmósfera que se había creado. Como llevaba meses sin fumar, en ese momento se me subieron todos los humos a la cabeza y me entró el cansancio acumulado, no pude volver a levantarme del sofá, me puso la cobija encima, me dio las buenas noches y cuando se iba a dormir con su compañera me dijo que si quería, podía dormir con ellos…. ¡La perseverancia es una virtud, pero no en todos los casos corazón! Si ya te han dado un no como respuesta, ¿por qué sigues insistiendo?… Le dije que en realidad me quería ir a mi casa, pero como no me encontraba bien prefería dormir un rato y después me iría. Así fue.
A mi me parece muy valiente la gente que expresa sus necesidades tan abiertamente, ¡Así, sin filtros! Pero no puedo dejar de pensar en este machismo subterráneo, que le hace creer a los hombres, que las mujeres estamos en este planeta para complacer todos sus deseos y necesidades, y por esto se toman este tipo de iniciativas sin ningún fundamento. Puede que esté exagerando y esto sea habitual entre algunas personas, pero me cansa bastante que la gente se tome este tipo de libertades cuando ni siquiera te conocen. ¡He dicho!
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