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¿Cómo bailar me ayuda a transitar los cambios? Amiga, ¡no estás sola!

  • Foto del escritor: Anchi
    Anchi
  • 18 sept
  • 2 Min. de lectura
Estamos en una época de nuevos comienzos
Estamos en una época de nuevos comienzos

Se acerca el inicio del curso y después de casi 1 año y medio, siento que volví. Esto me llena de una alegría que no puedo describir, pero quiero compartirte🥳


Como conté hace un tiempo, el año pasado la vida me dio un revolcón super potente. Se me movió todo el suelo que había construido en los 6 años anteriores. Tuve que cambiar de casa, de sala y atravesar una ruptura, en un momento en el que necesitaba apoyo y acompañamiento.


Comparto esto, porque muchas personas a mi alrededor están viviendo ahora, lo que yo viví hace 1 año y medio. Y quiero decirte, que esto también pasará❤️‍🩹.

Ya sé que es una frase hecha.


También sé que cuando estás en medio del remolino, no puedes ver ninguna salida. Si te pasa como a mí, que mi cabeza, mi creatividad y mis funciones ejecutivas decidieron irse de vacaciones, es muy duro continuar con el día a día.


Pero amiga, si estás pasando por algo similar ¡ánimos querida! De verdad, ¡Esto también pasará!


Recuerdo que esta frase llegó a mi vida en 2016 en forma del cuento de un rey. Una amiga, lo convirtió en el cuento de un pingüino🐧. A mí personalmente me gusta mucho más. Ya se las contaré en el siguiente boletín🤞


Durante mi época más oscura, bailar me ayudó mucho. Era lo único a lo que mi cabeza se disponía a hacer con amor y entrega. Para todo lo demás, tenía que esforzarme mucho y hubo muchas cosas que simplemente no podía hacer. Así que fui amable conmigo misma y con mi proceso, y dejé sin hacer muchas cosas.

En medio de todo esto, hubo cosas que tuve que tirar adelante por pura necesidad: 2 mudanzas y abrir un local. En esto, recibí mucho apoyo de mis amiges, de mis alumnas y de muches de ustedes.


Infinitas gracias, porque no sólo es la ayuda en sí lo que te da ánimos, sino el recordar que realmente, no estamos solas.


Si en algún momento, sientes que te estás ahogando. ¡Pide ayuda! No te de vergüenza, no creas que tu problema no es importante. Por favor, no tires la toalla, no te des por vencida. Siempre hay alguien que está dispuesta a ayudar.

Muchas veces la ayuda, el acompañamiento, viene de lugares inesperados. No te quedes con el primer no. Sigue buscando ayuda, seguro aparecerá una mano amiga.

Descansa, toma agua, come bien, nutre tu cuerpo. Sal a caminar, queda con tus amigas, habla de trivialidades y ríanse juntas, esto es alimento para el alma. Y, sobre todo, baila.


Dicen que el baile, la danza, es para el cuerpo, lo que la música es para el alma. Y en momentos difíciles o que no podemos comprender del todo lo que está pasando, darle movimiento al cuerpo, ayuda a que las cosas se asienten dentro y podamos verlas desde otra perspectiva.


Y si estás como yo estoy ahora, en que todo va viento en popa, llena de energía y entusiasmo ¡Aprovéchalo! Que la vida es como las olas del mar, después de la subida, viene la bajada. Por eso tenemos que aprender a surfear las olas, para poder disfrutar el viaje.


Nos pillamos prontito por aquí, por las calles.




 
 
 

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